martes, 21 de mayo de 2013

TEMA INTERESANTE


      EL NIÑO Y EL DIVORCIO

Aconsejo a los padres divorciados que lo leáis porque os puede servir de ayuda.

Lo primero que uno debe recordar es que no se trata de sólo ayudar a los niños durante el proceso, sino también de ayudarlos una vez que todo está dicho y hecho. Los padres deben hacer todo lo que sea posible para mantener las rutinas de los niños de manera consistente porque eso sólo hace que el proceso sea más fácil. Además, cuánto más gente tengan los niños a su alrededor, menos sufrirán. Mamá y papá necesitan pasar un montón de tiempo hablando con sus niños y asegurándoles que la separación no es culpa suya. Es muy común para los adultos decir cosas como, “Si no te portas bien, tu papá no te va a querer”. Esto es muy malo para los niños porque se culparán. Siempre asegure a los niños que pase lo que pase no es culpa de ellos. 

Cuando la decisión de divorciarse sea final y no haya marcha atrás, siéntese con sus niños y háblales en un lenguaje muy claro. Darles información de manera práctica, concisa y honesta. Si no lo hace, el niño quedará confundido y atrapado en una montaña rusa emocional poco saludable. Es importante recordar que los niños ven a la mamá y al papá como una unidad completa, así que cuando se divorcian o separan, es difícil para los niños entender que uno se está yendo y el otro se queda. Hágale saber a su niño que es normal querer que sus padres se junten de nuevo, pero sea honesta que no va a suceder. 

La regresión es cuando un niño se comporta como solía hacerlo en una etapa previa de su vida. Cuando el niño está viviendo un momento emocionalmente difícil, el niño podría encontrar una manera de expresar sus sentimientos como si estuviera reviviendo esas etapas anteriores. Por ejemplo, los niños se chuparán el dedo, hablarán como bebés, tendrán accidentes en la cama, o mostrarán un mutismo selectivo donde le hablan a uno de los padres con una voz muy baja y de bebé. 

Si su niño empieza a retroceder, motive al niño a expresar sus sentimientos. La única manera de conseguirlo es si no se le aplica juicio alguno al niño, ni a sus emociones. Si el niño desarrolla síntomas serios, no tenga vergüenza de buscar ayuda profesional. Recuerde que la terapia es como ir al doctor. Si uno está enfermo, le darán la cantidad de cuidado que uno necesita para sanarse. 

Si la separación o el divorcio fue causado por violencia doméstica o adicciones, entonces es mejor que el niño no tenga contacto con el agresor. Si este no es el caso, asegúrese que tanto mamá como papá lo quieran y verbalicen ese amor. No deben asumir nunca que todo está sobreentendido. La relación con ambos padres debe ser saludable y libre de culpas. La claves está en la sensibilidad y el amor.

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