Un niño que juega al aire
libre está usando sus sentidos siempre. Debido a su curiosidad, los niños están
constantemente descubriendo nuevas cosas al aire libre. Ellos pueden plantar
sus propias semillas y crear sus propias sombras. Ellos pueden mezclar arena y
producir lodo. Las posibilidades del juego al aire libre son ilimitadas. Ellos
pueden descubrir qué vive en una planta y qué insectos pueden extraer de la
tierra.
El juego al aire libre es importante también porque ellos también pueden
aprender sobre las diferentes estaciones que tenemos – verano, invierno, otoño
y primavera. El juego al aire libre también les enseña destrezas sociales
porque los motiva a compartir por sí solos.
Cuando estén al aire libre, los niños se involucrarán mayormente en juegos
físicos. A los niños les gusta trepar, correr, deslizarse, y columpiarse. Si es
un área pequeña, los niños pueden cavar, esconderse, o jugar a la pega. Aunque
sea un área sin árboles, ellos encontrarán algo que hacer. Quizá coleccionen
rocas o hagan un juego dramático.
Socialmente, el juego al aire libre motiva a los niños a desarrollar sus
destrezas de liderazgo y les permite seguir su propio ritmo. Usualmente los niños
crean sus propios juegos y reglas. Los niños se involucrarán más en juegos
físicos y sociales al aire libre que en un establecimiento estructurado bajo
techo.
Recuerde que un ambiente al aire libre bueno y seguro debería estar siempre
cercado si usted tiene varios niños a su cargo. Si es el jardín de alguien,
debería haber un adulto por cada dos o tres niños. El jardín debería tener
sombra, y debería ser supervisado constantemente. Los niños deberían tener
tanto espacio abierto como sea posible. No estructure las actividades al aire
libre – de esa manera se les permite a los niños a que usen su imaginación para
jugar. También deberían tener acceso a agua. Pueden aprender a cuidar de
plantas al regarlas y observarlas crecer. Los niños también pueden aprender
sobre insectos que viven en las plantas y sobre por qué viven ahí y sobre qué
comen los insectos.
El aire libre también puede ser una manera efectiva de fomentar el juego
dramático. Cuando los niños están afuera, se resume a ellos y el mundo que los
rodea. El juego al aire libre debería ser simple. Use lo que está afuera – no
les dé objetos que vienen de adentro. El juego dramático está en todas partes –
los niños no necesitan artículos que los disfracen o los convierta en algo
diferente. Ellos pueden usar su imaginación, lo cual se convierte en otra
experiencia de aprendizaje.
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